Reflexiones para tí.

NO SALTES HACIA EL MUNDO

“Somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20).

Un día, un pez se dice a sí mismo que está cansado de estar en el agua, que la vida en el océano le parece aburrida y monótona. Así que decide salir del agua y se lanza sobre la tibia arena de la playa. ¿Qué le pasaría al pez? ¿Crees que el pobrecito estaría feliz viviendo fuera del agua? La respuesta es obvia: un pez fuera del agua se muere en poco tiempo, porque no ha sido creado para vivir en la arena. Y aunque él crea que su felicidad se encuentra fuera del agua, si sale de allí lo único que hallará será una inevitable muerte.

Hay jóvenes que suponen que su felicidad radica en hallar un mejor trabajo, ganar más dinero, conseguir un mejor carro… Es decir, han creído que su felicidad consiste en “tener más”. Curiosamente, las naciones más ricas del mundo son las que registran el mayor número de suicidios y las tasas más elevadas de depresión. Tiene razón el psicólogo israelí, Daniel Kahneman, que sin ser economista ganó en 2002 el Premio Nobel de Economía, cuando declaró: “El dinero no compra la experiencia de la felicidad”.

¿Sabes por qué no somos realmente felices en este mundo? En su libro Cuando Dios susurra su nombre, Max Lucado nos da la respuesta: “No somos felices aquí porque este no es nuestro hogar. No somos felices aquí porque no se supone que seamos felices en este lugar. Somos ‘como extranjeros y forasteros en este mundo’ (1 Pedro 2:11, NVI)”. ¿Viste lo que somos? No somos de este mundo. Estamos aquí de paso. Para nosotros, vivir aquí es como para un pez vivir fuera del agua. Este planeta no es nuestro hogar definitivo. Nuestra felicidad se encuentra en Jesús.

Agustín escribió en sus Confesiones una frase que bien podría ser de cada uno de nosotros: “Oh, Señor, tú nos creaste para ti y nuestra vida no será feliz hasta que no descanse en ti”. No seremos felices mientras nos apeguemos a las cosas de este mundo, porque no hemos sido creados para vivir en esta tierra de pecado. ¿Entonces qué hacemos aquí? Bueno, como dice Pablo en el texto de hoy, estamos aquí esperando que venga Jesucristo y nos lleve a vivir junto a nuestro Padre celestial.

#MundoTemporal
#elCieloesMiHogar

Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco






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